El principio del fin...espero

NUNCA SABES REALMENTE LO QUE TIENES HASTA QUE LO PIERDES.

Da igual que sea por voluntad propia o por la de otro, el caso es que lo tenías antes y ahora ya no.
No hay mayor verdad. Puedes hacerte una idea de lo que vas a echar de menos a alguien o a algo cuando ya no puedas contar con ello pero no sabes hasta qué punto va a condicionar tu vida algo que hasta hace poco venía contigo digamos, "de serie", y ahora ya no existe.

Cosas tan tontas como tomar un café, tener una conversación interesante, o hacer un parón en lo que estás haciendo para desconectar la mente un rato ya no son lo mismo.

Ahora siguen gustándote, claro que sí, pero no lo disfrutas (digamoslo así), plenamente.

Evidentemente, (también depende de lo que estemos hablando), no te pasas todo el día pensando en lo mismo, pero sí que es verdad que en ciertos momentos, generalmente aquellos en los que disfrutabas de lo que ahora te falta, te viene a la cabeza y sólo puedes pensar en una cosa; lo que lo echas de menos.

Seguramente tus amigos te dirán que te quedes con los buenos momentos que pudiste disfrutar, que recuerdes cómo sentías la forma con la que entraba en tí y después salía, siendo siempre tú la que marcaba el ritmo...
cómo conseguía relajarte y abstraerte tanto del entorno que, al acabar, sólo podías pensar en repetir otra vez.

Te dicen que estás haciendo lo correcto, que esa relación te iba a terminar matando, y lo malo es que tú los entiendes y estás de acuerdo con ellos, pero en los momentos en los que ves a alguien haciendo lo que a tí tanto te gustaba, repites una situación pasada, o símplemente descansas la mente un rato no puedes evitar pensarlo:

¡LO QUE ME APETECE UN CIGARRO!